De Luis Valbuena a Elio Chacón
Caracas, VE.- (El Nacional)El largo swing de Luis Valbuena pescó un pitcheo de Alfredo Simón y lo devolvió a las gradas. Los Cachorros acababan de ponerse adelante en el extrainning contra los Rojos, el lunes. Una vez más, el zuliano demostraba esa cualidad de su ofensiva: aunque todavía sus compatriotas no le hayan prestado tanta atención como le prestan a jugadores establecidos, Valbuena hace ruido en Chicago. Está jugando a diario, gracias a la lesión de Ian Stewart, y está tratando de forzar una decisión del manager Dale Sveum, haciéndole ver que merece ser titular.
El cuadrangular fue el tercero en la temporada para él, uno menos que los conseguidos en las 303 apariciones en el plato que acumuló en 2012. Mejor todavía, esos tres vuelacercas son más que los que hasta esta semana tenía Miguel Cabrera y era la misma cantidad que exhibía Pablo Sandoval.
Un locutor mañanero, al perifonear en la radio caraqueña su comentario sobre el tablazo de Valbuena, hizo un alto el martes, al notar el average de sólo .231 puntos. No es una estadística para enorgullecerse, pero de inmediato recordamos las características de este infielder atlético, que creció en las granjas de los Marineros, trató de consolidarse con los Indios y ayudó decisivamente al pase de los Cardenales de Lara a la última final del beisbol venezolano. El antesalista de Caja Seca tiene poder. Siempre lo tuvo. En las menores dejó topes personales de 26 dobles y 12 cuadrangulares. Pero en sus seis campañas en la gran carpa tiene un average de apenas .224 y, al revisar sus numeritos de esta campaña, nos topamos con la curiosidad que nos llevó a esta columna: luego de haber consumido 61 apariciones, Valbuena tenía un promedio de embasado 113 puntos más elevado que su average de bateo. Eso, sin contar su slugging de .442 y su aceptable OPS de .787, el mejor para él en su carrera. Y entonces nos preguntamos: ¿quién será el venezolano con mayor diferencia entre el average y el OBP? La búsqueda nos sacó una gran sonrisa.
Elio Chacón es recordado básicamente por dos cosas: el robo de home en la Serie Mundial de 1961, que finalmente fue anotado como pasbol, y su papel como primer camarero en la historia de los Mets, que lo tomaron en el draft de expansión después de aquel clásico de octubre. El caraqueño, en modo alguno, es visto como una fuerza ofensiva. En ese 1962 con los neoyorquinos, su última campaña en las mayores, bateó para .236 únicamente. ¿Un fiasco? Eso creíamos. Pero su promedio de embasado fue de .368 puntos (la media de la Liga Nacional fue .327 aquel año). Entre todos los toleteros nativos que han consumido al menos 250 apariciones en una justa, Chacón es quien muestra mayor brecha entre average y OBP: 132 puntos. Notable. En aquella ocasión, el capitalino tomó 76 boletos en 118 juegos. ¿Saben cuántos venezolanos han conseguido esa cifra de pasaportes en un año? Apenas ocho en toda la historia: Bob Abreu, Miguel Cabrera, Edgardo Alfonzo, Marco Scutaro, Magglio Ordóñez, Omar Vizquel, Chico Carrasquel y, sí, Chacón. ¿Quién imaginaría que aquel discreto intermedista, mucho más recordado por su defensa y aquel robo de home, podría aparecer entre estos nombres tan sonoros? Abreu tuvo .301 de average y .428 de OBP en 2001. Son 127 puntos de diferencia. Se queda corto por 5 puntos frente al margen de Chacón en 1962. Lástima que entonces no se tomaran en cuenta esos aportes y que, además, hubiera tan pocos equipos en las grandes ligas, una veintena. Valbuena tiene una brecha de 113 puntos. Hay que ser hábil para lograr eso. El zuliano es un bateador con números interesantes, más allá del average.
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