Hablemos de Beisbol: Los guardianes de la Pradera

Noviembre 14, 2010.- La labor de un jardinero al momento de que la pelota hace contacto con el madero es evitar, a toda costa, que esa pelota caiga en cualquier zona buena de los bosques. Es decir, el trabajo de todo defensor es tratar de traducir en out la mayor cantidad de batazos posibles, he allí el valor real de un patrullero o un jugador de cuadro.

Franklin Gutiérrez es uno de los expertos en esa materia y, a pesar de las dudas que persisten en torno a la entrega de los guantes de oro, es un digno acreedor del galardón, siendo reivindicado luego de que el año pasado fue marginado a pesar del gran desempeño que exhibió en las praderas del Safeco Field.

Muchos observarán que “El Guti” no cometió errores en todo el año e, inclusive, implantó un nuevo registro de cantidad de episodios consecutivos sin añadir pecados a su cuenta. Es una marca formidable pero no deja de ser subjetivo, toda vez que los errores forman parte de la opinión de una persona, el anotador en este caso, que si bien en muchas ocasiones sus apreciaciones pueden ser ciertas, no es una medida objetiva.

Lo anterior nos obliga a explicar bajo fórmulas más exactas el verdadero valor del caraqueño como custodio del jardín central y, por qué no, juzgar quien posee mayor valor en ese trabajo entre los dos nativos que consiguieron su primer guante dorado en las mayores.

Franklin Gutiérrez ocupó el segundo lugar en la Liga Americana en la cantidad de outs realizados en la pasada temporada de grandes ligas, únicamente Adam Jones superó al otrora guardabosque de los Leones del Caracas en ese renglón. El venezolano retiró a 413 rivales en 415 oportunidades, es decir algo magistral, a pesar de que el certamen anterior fue mejor.

Esa destreza que posee el caraquista para cubrir su territorio y, que hemos observado en los terruños locales, puede comprobarse bajo la fórmula del UZR, una moderna estadística que más que un cálculo en sí, es un procedimiento que se realiza con cámaras para determinar la capacidad que posee cualquier defensor para atacar las pelotas que asedian su zona, y convertir esas jugadas en outs.

Esos outs a su vez son sinónimos de menor presencia del oponente en las bases y, por consiguiente, disminuyen las oportunidades del rival para llegar al plato.

En el 2009, Franklin Gutiérrez, no sólo fue el mejor jardinero sino el defensor más destacado de todo el béisbol con un impresionante UZR de 31.0, lo cual sugiere que cualquier bola que si quiera se cruzara por los predios del venezolano, ésta terminaba en su guante en un altísimo porcentaje de veces.

A pesar de ello no acaparó favoritismo para la elección de los guantes de oro, la misma la desarrollan los técnicos y managers de lo 30 equipos de las grandes ligas y, ha trascendido a través de distintos medios que ellos no se ocupan mucho de revisar los números de sus seleccionados para hacer la elección más justa, lo cual indica que los resultados de la votación para este laurel sea ecuánime.

Este año, el caraqueño resulta favorecido a pesar de no tener una campaña tan impresionante como el del certamen anterior, aunque con eso no queremos decir que no lo merezca, toda vez que nuevamente se situó entre los mejores jardineros de la Liga Americana. Su UZR fue de 7.0 y en ese departamento se ubicó séptimo en el joven circuito.

A eso hay que añadirle todo lo antes escrito.

Carlos González: Uno de los mejores brazos

Son pocos los jardineros que pueden tener el instinto de leer un batazo como lo hace “El Guti”, sin embargo, Carlos González resultó ganador en la misma posición que su compatriota pero en la Liga Nacional. El zuliano totalizó 259 outs en 268 oportunidades, pifió sólo una vez y su UZR terminó siendo negativo (-2.7).

A pesar de ello, el marabino terminó demostrando la calidad del alcance de su brazo, mostrándose como uno de los líderes en asistencias realizadas (8), lo cual lo ubica en el sexto puesto del viejo circuito. Una habilidad que lo coloca arriba de su coterráneo, quien pudo completar nada más dos asistencias en todo el año.