Hablemos de Beisbol: Víctor Moreno es un caballo en enero

Enero 15, 2011.- El relevista de los Tigres de Aragua demostró en Caracas, días atrás, porque es uno de los brazos de mayor cuidado y de más respeto en la historia de la postemporada del béisbol venezolano.

En las tribunas del Estadio Universitario el gran protagonista de esa noche fue el intento de sacrificio que Josh Kroeger pretendió ejecutar por orden del piloto caraquista, Dave Hudgens. Ese era el tema de discusión en todo el escenario como tal pero quienes fueron ese viernes al parque de Los Chaguaramos tuvieron la ocasión de ver otra vez a Víctor Moreno lucirse en la loma.

El artillero californiano falló en su labor de mover a los corredores pero atrás tenía a Jesús Guzmán (líder remolcador del circuito) y a los experimentados Michael Ryan y José Castillo, quienes forman parte de la pesada recluta de los Leones del Caracas. José Mijares se presentó esa noche con un gran descontrol y en su rescate vino Moreno a cerrar la acción.

El nativo de Puerto Cabello vino con la finalidad de sacar dos outs y evitar que los dos hombres que se encontraban anclados en circulación, uno de ellos representando el empate y el otro la carrera de la victoria, se colaran en el marcador. Moreno debía enfrentar a Guzmán, quien empujó 52 en la ronda regular y a José Castillo, un bate de peligro.

“Michael Ryan no iba a batear en ese turno, esa era la idea que reposaba en mi mente, el objetivo era otorgarle un boleto disfrazado para enfrentar a (José) Castillo y todo salió como esperaba”, dijo en aquel entonces el pitcher derecho. “Tenía absoluta confianza de que podía dominar a Castillo”.

El carabobeño cristalizó su actuación con un ponche de antología al paleador oriental, quien se hallaba en cuenta de una bola y dos strikes. Aquella sentencia fue la número 90 de toda su carrera en semifinales. Ningún pitcher activo tiene tantos ponches como él en estas instancias y, además, sin mencionar la jornada de ayer, solo 8 outs por esa vía lo separan de llegar a 100 guillotinados en ocho participaciones en round robin.

El pitcher de los Tigres de Aragua es un caudillo en esta fase del campeonato y, como diría el buen amigo Octavio Hernández Pernía, es el Mariano Rivera de esta liga.

El derecho ha lanzado 86.2 entradas en esas ocho apariciones y, en tal sentido, goza de una tasa brillante de 9.61 abanicados en el todos contra todos, algo más de uno por cada episodio y en ese recorrido ha concedido apenas 23 boletos, es decir, el “preparador” tiene un promedio de 2.4 pasaportes por cada nueve entradas lanzadas.

Todo lo anterior se conjuga con su raquítica efectividad de 1.76 en postemporada la cual, según la revista de Datos Sports de Héctor Cordido, es la mejor para cualquier lanzador que haya recorrido más de 64 entradas en esta ronda, superando la de Wilson Álvarez (1.84) en 122 capítulos de labor en semifinales.

“Uno pone un extra en esta etapa del torneo, es la hora de los hombres, porque todos los equipos están blindados y no es una lucha fácil”, reflexionó el de Puerto Cabello. “Nunca pierdo la confianza en mí y eso ha sido clave, como aquel día, que pasé a Ryan para enfrentar a Castillo, siendo él uno de los mejores bateadores de esta liga. Es un gran reto”.

Moreno brilla en esta etapa del campeonato y, en sus 63 salidas, cifra más alta en la historia para cualquier relevista, apenas ha permitido dos cuadrangulares. El último fue aquel de Ernesto Mejía, el dos de enero y antes en la postemporada de la 2005-06.

“Ha sido una respuesta a la confianza que me ha dado al mánager, esto es una responsabilidad muy grande”, esbozó.