Mark McGwire reconoce haber consumido esteroides
Enero 11, 2010.- Mark McGwire finalmente reconoció que consumió esteroides cuando en la temporada de 1998 rompió el récord de jonrones de las Grandes Ligas. «Es la primera vez que me escuchan hablar de esto», declaró McGwire a la AP por teléfono, con la voz entrecortada. «Es algo que se lo escondí a todos».
Durante una conversación telefónica de 20 minutos, McGwire dijo el lunes que había llamado horas antes al comisionado Bud Selig y al mánager de los Cardenales Tony La Russa para disculparse personalmente.
Expresó que jamás pensó que algún día tendría que hablar de su uso de esteroides ante la prensa.
Previamente McGwire había hecho llegar a la AP una declaración escrita en la que señaló que usó esteroides en diversos periodos durante casi una década y pidió disculpas por sus acciones.
«Hubiese deseado nunca haber consumido esteroides», dijo McGwire en su nota. «Fue tonto y un error. Me disculpo de verdad. Hubiese deseado nunca haber jugado en la era de los esteroides».
McGwire también empleó la hormona del crecimiento humano, según una fuente próxima a McGwire que pidió no ser identificada debido a que el beisbolista no incluyó ese detalle en su declaración.
La decisión de McGwire de reconocer el uso de esteroides se precipitó tras aceptar un empleo como coach de bateo de los Cardenales de San Luis, su último club en las mayores.
La Russa, el manager de McGwire en Oakland y San Luis, es uno de los principales defensores de McGwire y ha dicho que su vuelta al béisbol le permitirá recuperar su buena imagen.
«Nunca supe cuándo sería, pero siempre supe que llegaría este día», dijo McGwire. «Me llegó la hora de hablar sobre el pasado y confirmar lo que la gente sospechaba».
McGwire es la segunda estrella del béisbol estadounidense que en menos de un año reconoce el uso de sustancias prohibidas. El otro fue Alex Rodríguez, el estelar tercera base de los Yanquis de Nueva York.
Otros cuyos nombres se han visto salpicados por el escándalo, pero que han negado el consumo intencional, son Barry Bonds, Roger Clemens, Sammy Sosa y David Ortiz.
Durante 1998, McGwire pegó 70 jonrones al protagonizar un electrizante puja con el dominicano Sosa, quien terminó con 66. Ese despliegue de poder fue lo que reanimó la popularidad del béisbol en Estados Unidos tras la huelga de peloteros que dio al traste con la Serie Mundial cuatro años antes.
Ahora que McGwire reconoció el consumo de esteroides, Sosa quedará más que nunca expuesto ante la luz pública. Sosa ha negado reiteradamente el consumo de drogas.
«Estoy seguro de que la gente se preguntará si hubiera podido pegar todos esos jonrones de no haber consumido esteroides», expresó McGwire. «Tuve buenos años en los que no había usado nada, y también años malos. Tuve buenos años usando esteroides, y también malos. Sea como sea, no debí haberlo hecho. Lo lamento de veras».
La reputación del toletero se vino abajo el 17 de marzo de 2005, cuando se negó a responder a preguntas en una audiencia legislativa. Al preguntársele si había consumido estroides prohibidos cuando fijó el récord de 70 jonrones o en cualquier otro momento, se limitó a decir: «No vine a hablar del pasado».
«Después de todo este tiempo, quiero confesarme», manifestó. «No estaba en condiciones de hacerlo hace cinco años en mis declaraciones ante el Congreso, pero ahora me siento obligado a hablar de esto y a responder a las preguntas. Lo haré y luego quiero ayudar a mi equipo».
El comisionado de las Grandes Ligas Bud Selig elogió a McGwire.
«Esta declaración de arrepentimiento, creo yo, permitirá que el reingreso de Mark al béisbol sea más fácil».
La Russa también alabó la decisión de McGwire de confesar.
«Su disposición de reconocer errores, expresar su arrenpentimiento y explicar las circunstancias que provocaron que usara esteroides aumentan el respeto que le tengo», dijo el manager.
McGwire, de 47 años, se desapareció tras retirarse al término de la campaña de 2001. Cuando los Cardenales anunciaron su contratación el 26 de octubre, el equipo indicó que respondería a los cuestionamientos previos a la pretemporada y su declaración el lunes rompió el silencio.
«Recuerdo usar esteroides en la pretemporada 1989/1990 y luego cuando me lesioné en 1993», contó McGwire en su declaración. «Lo hice ocasionalmente durante los 90, y durante la temporada de 1998».
Su justificación fue para recuperarse más rápido de dolencias, el mismo tipo de explicación que dio el lanzador de los Yanquis Andy Pettitte hace dos años cuando confesó el consumo de hormona de crecimiento humano.
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